viernes, 27 de enero de 2012

Retrato del poeta Percy Bysshe Shelley

Tuve verdadera devoción por este poeta hace años, aunque hace tiempo que no leo nada de él. Llegué a aprenderme de memoria muchos de sus versos, e incluso recorrí el norte de Italia con un sombrero negro y un largo fular al cuello, como tal vez lo hizo él alguna vez. Shelley vivió los años más felices de su vida en ese pais. Me paseé por las calles de Florencia con dos libros bajo el brazo, "Adonais" de Shelley, y los cuentos de mi amigo José Joaquín Parra Bañón, que describían la ciudad de la Toscana, la Piazza della Signoría, las esculturas al aire libre que hay en ella.

Olaya y yo fuimos felices aquellos días en Florencia.

He Hecho este año un retrato de Percy Bysshe Shelley, como un homenaje a todo lo que ha significado para mí. Es acrílico sobre madera, y las medidas son 80 x 60 cm.




martes, 17 de enero de 2012

DESNUDO SOBRE UN FONDO VIOLETA

He pintado algunos desnudos, entre ellos este "Desnudo sobre un fondo violeta". Es acrílico sobre madera y lo hice en Diciembre de 2011.
Me gusta la textura que permite la madera, esos espacios de brillo o de sombra que queda en ella cuando la humedeces, cuando le pasas una fina capa de acrílico como una caricia.

lunes, 16 de enero de 2012

AUTORRETRATO

Es curioso que empecé este cuadro pensando en mi padre. Me acordaba de él,
de cuando a veces me esperaba a la salida del Colegio, en Tíjola. Yo lo veía ahí, plantado en la puerta, con su abrigo largo y su cigarrillo consumiéndose entre los dedos. Aunque al final, no se por qué extraña decisión última, terminó siendo un autorretrato.

Sin embargo, unas amigas de mi hija selene dicen que el personaje del cuadro es mi hijo Samuel. Todo esto queda en el aire, vaya como una anécdota curiosa.

viernes, 13 de enero de 2012

Alienígena desencantada

EL DESENCANTO DE LOS ALIENÍGENAS

He empezado a pintar de forma casi enfermiza el rostro de extraños alienígenas. El primero fué el de una alienígena desencantada y triste. Su belleza me sorprendió, no sólo a mí. Es un rostro de desencanto y tristeza. La llamaré Alcíone, o Safo, como la poetisa griega. Su desencanto es ante la estupidez humana.
Yo estoy con ella en esto, y quiero seguirla desde hoy, adorarla como si fuera mi pequeña diosa extraterreste.