martes, 11 de diciembre de 2012

Los pintores buscaban sus modelos en las noches del Trópico


-No me mires así. Me intimidas demasiado, me desnudas, a pesar de estar ya desnuda frente a ti –
            Ella posaba para él, desnuda. Cada pincelada era una herida, también una caricia. Pero la miraba de una forma; y ella se sentía incómoda. Él la abrazaba, la apretaba contra su pecho, la sentaba en sus pies como si quisiera pesar o medir su cuerpo (la tristeza de los recuerdos de su cuerpo, porque ella recordaba mientras posaba para él, y pensaba en su país, en Nicaragua)
            Rubén Darío amó esos muslos, los inmortalizó; a pesar de ser ambos de distintas épocas. Los pintores buscaban sus modelos en las noches del Trópico, en las páginas de Beadelaire. Buscaban en cada expresión el dolor y la soledad, el miedo en la piel, y también la angustia. Buscaban la línea de Júpiter y el desfiladero roto de las caderas. Buscaban, en definitiva, la esencia del fado, el papel aún no escrito del músico y el sudor agrio del atleta; para luego, como una masa, extender toda esa rabia, amasar toda esa angustia, dibujar la gran ausencia.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Un extraño retrato

La idea era hacer un retrato de mi amigo Francisco, que murió en 1995, con apenas treinta y seis años.  Francisco fue siempre un ser especial.
Quería dibujarlo, recuperar su imagen, e hice este retrato.
Y unos días después, ya en frío, he vuelto a él, y he dado algo de más color a la blusa, o retocado el cabello; pero entonces, cuando lo tengo delante y lo miro detenidamente, me quedo sorprendido porque veo en esa mirada algo más; no solo a él sino también veo los ojos de mi hermano Emilio. Alguien dijo que un pintor siempre intentaba retratarse a sí mismo, o expresar, una y otra vez, el mismo sentimiento, como un sello de melancolía que le es familiar; un gesto, una sonrisa, una expresión, la mirada de un hijo, los ojos de un hermano, etc..
Aún no he puesto título a este cuadro, porque veo en él a Francisco, pero también son los ojos de mi hermano Emilio.