miércoles, 2 de julio de 2014

Me he asomado a mi blog


Me he asomado a mi blog como quien se asoma por la ventana de una casa en ruinas. Hay escombros; tal vez se haya derrumbado parte del techo. Hay gatos deambulando por las estancias abandonadas, y huele a orina. Y la humedad ha dibujado en las paredes figuras fantasmales y rostros cubistas y miopes, lágrimas donde el acero se deshace o tiembla como el mercurio.
Me he asomado a mi blog. Apenas he podido entrar.
He de abrir las ventanas, airearlo, que corra el arie, que la luz de nuevo llene cada espacio, sentarme en el suelo, en un rincón, como otras veces y  con un libro en las manos, aunque al final me duerma.

Tengo una idea. Dibujaré sobre las paredes con un spray, dibujaré un mural de sueños, o retratos, figuras con un toque expresionista, o tal vez un Basquiat: calaveras, números, resoluciones amorosas y etéreas como el humo, colores indecisos y torpes, o recuerdos, y también el olvido, y la sed, el hambre.
Haré de mi blog una pared llena de grafittis, o dibujaré sobre los vagones de un tren parado en vías secundarias, o en una barca anclada y rota sobre la arená.

De momento, sólo me he asomado un instante a él.