miércoles, 23 de octubre de 2013
Demian
Hace años, algunos tal vez, no se, lejanos como el horizonte, un horizonte rojizo y atravesado por pájaros que no se a donde irán, yo vivía en Granada (dormía y escribía en Granada, pues mis amigos vivían allí). Me gustaba leer perdido entre los bosques de la Alhambra, cerca del auditorio Manuel de Falla y cerca del Carmen de los Mártires. Allí leí a Hermán Hesse, "El lobo estepario", "Bajo las ruedas", "Demian".....
El rostro de Demian era el rostro de la rabia y el descontento, el inconformismo y las ganas de cambiarlo todo. Había dolor en ese rostro, desgana, aburrimiento; pero tambien unas ganas infinitas de amar y de vivier al límite, de huir, de perderse en el horizonte.
Muchos llevábamos en la frente esa cicatriz de la que hablaba su autor.
He querido pintar ese rostro, aunque hace ya más de treinta años que leí el libro. Y ese es el título que he dado al cuadro. Es acrílico sobre madera, y las medidas son 60 cm x 40 cm.
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Has plasmado muy bien un rostro de las características que cuentas. Es incertidumbre ante la vida, pero con necesidad de volar hacia algo mejor. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Lumi. Cuando pinto un retrato, me siento más agotado que cuando pinto un paisaje. Puede que sea porque me implico más, y me duele, me deja más cansado.
EliminarDesde luego transmite rabia, más que descontento por la vida es rabia por ella.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, fiel compañera de mi blog, gracias por tu comentario.
EliminarYo sigo tus textos; aunque casi nunca hago comentarios.
Un saludo