jueves, 11 de julio de 2013

El estudio de Amedeo Modigliani

Me emocioné como un niño cuando descubrí este estudio en internet. En internet está todo, o casi todo. Entre estas paredes y estas ventanas pintó Modigliani, durmió, amó a Jeanne Hebuterne, su última musa.
Es un lugar aparentemente cálido, pero Amedeo pasó hambre y estuvo muy enfermo entre esas paredes.
Jeanne posó muchas veces para él. Él bebía, hablaba en voz alta mientras pintaba, recordaba unos versos
de Dante, o recitaba fragmentos de "Los cantos de Maldoror". Sentía cómo la vida se le rompía por momentos, y sentía el peso de la muerte, esa sensación de lejanía y placer que hay en un sólo segundo, como una música que nadie más escucha. Todo su arte nació entre esas esquinas rotas, desorientado y frágil en medio de la nada, como algo sublime y trágico. Pero él, mientras tanto, dormía, soñaba y se sumergía en los ojos de sus modelos como un niño.
¡Cómo admiré siempre a este pobre pintor italiano!

2 comentarios:

  1. La singularidad del artista.
    Bonito detalle para ese pintor italiano.
    Saludos.

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  2. Una vida en claro/oscuro la de este pintor, donde la felicidad fue fugaz, las tristezas infinitas y los devaneos (varios) la dormilera de su triste vida. A pesar de ello, fue un magnífico artista, quizás, por su atormentada vida. Saludos.

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