martes, 27 de marzo de 2012

Tíjola

Hay días, como hoy, que me siento mal, algo perdido, triste (aunque no siempre la tristeza significa perderse), y entonces busco en mi memoria recuerdos, rostros, rincones que puedan alegrarme. Lo primero que me viene a la memoria es la luz de Tíjola, la luz de mi casa de tíjola, y el rostro de mi madre (con su sonrisa de amanecer aún húmedo como el rostro de la lluvia). La beso y me siento bien, cercano, en paz con el mundo. Pienso también en el río, que me devuelve como una arteria la sangre ya perdida. He leído mucho en sus orillas. He crecido con ese recuerdo y esa luz.

Gracias, Tíjola.

1 comentario:

  1. Quizás no sea la persona mas indica para escribir en este blog,por mi ignorancia en los temas en los que tu das lecciones día a día, pero al ver este blog al completo parándome en cada uno de sus lienzos en cada uno de sus retratos , y sobre todo leyendo una y otra vez cada una de las linias que escribes aquí, tengo que decir que eres capaz de conseguir que por momentos cualquier persona sea capaz de amar a la poesía o cualquier ignorante de la pintura se pose frente a un retrato tuyo y lo admire.
    Dicho esto amigo Ginés , me gustaría pedirte que en otra tarde de tristeza, de pensamientos movidos por el viento,te sientes y pienses en tus hijos, en la parte que me toca,pienses en esos momentos vividos,en los que quizás Samuel sea el protagonista o simplemente que sino llega a ser por el no hubieran existido.
    Un abrazo enorme.

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